
La estatua de buda más escalofriante
Lo que se encontró en el interior de una estatua de Buda de origen chino te dará escalofríos o por lo menos te dejara pensando un buen rato.
Unos investigadores del museo de Drens encontraron el cuerpo de un hombre momificado, al parecer se trataba de un monje que vivió en el siglo XV sentado en posición del loto.
La misma posición con la que los monjes suelen meditar en la posición clásica de las estatuas de Buda.
Los investigadores creen que el esqueleto momificado que encontrado en la escultura de buda pertenece a un maestro que fue miembro de la escuela china de meditación.
La momificación era un proceso muy exigente en aquellos tiempos.
Todo parece indicar que como la costumbre marcaba esos días el monje se sometió a una dieta de frutos secos durante 1000 días.
Después de los cuales solo podía consumir raíces y corteza de árbol durante otros 1000 días, posteriormente de eso le daban a tomar un té que le provocaba vómitos y perdida de líquidos.
Cuando el monje estaba demasiado débil con todo este proceso, lo introdujeron en la estatua de buda en posición de loto.
En aquella estatua había un tubo para respirar y una campanilla que debería hacer sonar cada hora.
Cuando la campanilla finalmente dejo de sonar retiraron el tubo y sellaron la escultura.
Como era costumbre cuando pasaron los 1000 días abrieron la tumba para ver si el monje realmente había sido momificado.
Lo curioso de esta historia es lo que encontraron dentro del cuerpo de aquel monje, ya que se trataban de unas antiguas escrituras en idioma mandarín que ahora se exhiben en el museo.
Algunos monjes de aquella época pasaban por todo este calvario para ser momificados y adorados en algún templo en alguna estatua de buda.
No todos aguantaban aquel calvario pues sometían a su cuerpo a aquella tortura alrededor de 6 años.
Sin duda se necesitaba una gran fuerza de voluntad y bastante meditación para poder conseguir su objetivo.
Lo más escalofriante es pensar como alguien se podría someter a aquel calvario y morir por voluntad propia.
Pero esos eran otros tiempos y hay que entender que algunas personas están dispuestas a morir por lo que creen.